Urge dejar de ‘educar’ a la niñez ‘al trompón y la patada’

no castigo

“Una nalgada no hace nada”, “si no lo corregís luego se te encarama”, “a mí me educaron a fajazo limpio y aprendí a respetar”, “te pego porque te quiero”, “solo con la coyunda hacés caso”, son frases que escuchamos a menudo para justificar el castigo corporal a niñas y niños. En fechas recientes, en Nicaragua hemos conocido experiencias horripilantes de maltrato físico contra niñas chiquitas, donde sus familiares más cercanos han cometido delitos al atentar contra su salud integral y su vida.

En América Latina y el Caribe, dos de cada tres niñas y niños menores de cinco años sufren de castigo físico y tratos humillantes en sus hogares, según datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, conocido como Unicef, por sus siglas en inglés. El castigo corporal utiliza la fuerza física y busca “causar cierto grado de dolor o malestar, aunque sea leve. El castigo corporal tiene la intención de corregir, disciplinar o castigar el comportamiento de un niño o niña e implica el empleo de la fuerza física. El castigo corporal es siempre degradante”, según el Comité de Derechos del Niño de la Organización de las Naciones Unidas.

Aunque a nivel social hay más conciencia de que no se debe ‘educar’ ni ‘corregir’ a la niñez con golpes o insultos, en la intimidad de muchos hogares el maltrato sigue presente, aunque el Código de Familia establece en su artículo 280 que “bajo ninguna circunstancia se utilizará el castigo físico o cualquier tipo de trato humillante como forma de corrección o disciplina”. Golpear con fajas, chilillo, palos, mangueras o cables; jalar el pelo o las orejas, dar cachetadas, pellizcos, empujones, así como insultar, amenazar, humillar o ridiculizar a niñas, niños y adolescentes vulnera su integridad y dignidad. “Por eso una responsabilidad no solo individual de padres y madres sino colectiva”, nos dice Nancy Mora, educadora de Grupo Venancia, que tiene una campaña permanente a favor de una crianza positiva sin violencia.

El impacto del castigo

Afiche Clarito Clarito 4

“Todavía necesitamos hacer más visible que el castigo físico y las humillaciones, aun cuando sean con la intención de educar, son una forma de maltrato y una violación a los derechos humanos”, expone Haydée Calderón, especialista en acompañamiento sicosocial de World Vision Nicaragua, en el programa Puntos de vista, de VOS TV. Y añade que “como madres y padres debemos saber que el castigo físico tiene consecuencias, no solo en el presente, sino el futuro como personas adultas, ya que afecta su autoestima, cómo se perciben, pierden el sentido de valía, depresión, ansiedad, afectan su confianza, capacidad para hacer y lograr cosas, pueden volverse temerosos y ansiosos (…) y a futuro quienes han vivido violencia pueden repetirla como violencia juvenil, doméstica o entre pares como el bullyng. La violencia en casa puede desembocar en otros tipos de violencia a futuro”, apunta la especialista.

Unicef explica que cuando la violencia viene de personas que supuestamente nos aman las consecuencias son graves:

  • Produce fuertes y complejas emociones, tales como miedo, tristeza, resentimiento, rabia, impotencia y desamparo.
  • Afecta la autoestima y confianza, no solo personal, sino en las demás personas.
  • Aprenden que los problemas se resuelven con violencia y lo aplicarán en todos los ámbitos de su vida.
  • Puede alterar el desarrollo fisiológico del cerebro y repercutir en el crecimiento físico, cognitivo, emocional y social del niño y la niña.
  • Afecta negativamente el rendimiento académico, les vuelve más hostiles y agresivos, menos independientes y más propensos al abuso de sustancias peligrosas durante la adolescencia, entre otros aspectos.

¿Y cómo hacemos? 

Este primero de junio que se celebra el Día de la Niñez en Nicaragua es una buena oportunidad para poner en marcha otras formas de criar y educar desde el afecto y el respeto. Recordemos que como personas adultas tenemos la responsabilidad de cuidar, proteger y guiar a nuestras hijas e hijos.

Desde febrero pasado la organización World Vision Nicaragua impulsa la campaña de protección Hablando clarito, clarito, donde se hace un llamado desde las voces de niñas, niños y adolescentes a cambiar este maltrato por acciones de crianza positiva. En su sitio web podemos encontrar algunas reflexiones que nos pueden dar pistas sobre qué hacer.

También podemos encontrar otras ideas en el sitio web de la Fundación Paniamor de Costa Rica, quien promueve una campaña contra el castigo físico y el trato humillante con un estilo de crianza respetuosa. “Es un estilo de crianza o educación que promueve una experiencia sensitiva basada en el respeto, amor, comunicación efectiva, empatía, contacto físico constante y no-condicionado y la comprensión hacia la niña y el niño desde el momento de su gestación”, indican en el sitio web. En esta galería podemos encontrar algunos ejemplos de lo que pasa y cómo podemos cambiar.

Campaña Zona libre de castigo físico y trato humillante de la Fundación Paniamor de Costa Rica 

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