Crear un espacio virtual para afianzar mensajes de prevención de violencia con niñas de las comunidades rurales es parte de la campaña Las niñas se cuidan, se protegen, se respetan, que impulsa la Red de Mujeres del Norte Ana Lucila, del cual Grupo Venancia es parte.

Desde el año pasado la Red comenzó una estrategia para trabajar con niñas de comunidades de Matagalpa, Jinotega, Estelí y Somoto, donde tiene presencia, como respuesta al incremento de casos de abuso, secuestro y asesinatos en chavalas menores de edad en Nicaragua.
“Esta campaña da seguimiento a otra llamada Las niñas no se tocan, no se violan, no se matan, que lanzamos el año pasado. Tratamos de incidir no solo en las niñas sino en posicionar estos delitos como un problema en las comunidades y mover la importancia de cuidarlas y protegerlas”, nos cuentan las defensoras.
Al ver los dibujos que hacían las niñas, las defensoras identificaron situaciones preocupantes que indicaban experiencias de abuso sexual, miedos, castigos y falta de afecto. “Por eso nos reunimos con las madres de las niñas para analizar conjuntamente algunos dibujos y lo que esto podía significar. Esto sirvió para alertarlas y ofrecerles herramientas sobre qué hacer y dónde ir en caso de enfrentar situaciones de abuso y otras recomendaciones para mejorar la comunicación entre madres e hijas”, nos explica la educadora de Grupo Venancia, Nancy Mora.
Incluso algunas madres contaron ahí sus propias experiencias de abuso y cómo eso las ha llevado a sobreproteger a sus hijas, por lo que varias comenzaron procesos terapéuticos para sanar sus traumas.

Conectadas en medio de la crisis sanitaria
Aunque en el 2019 se realizaron actividades presenciales usando teatro, dibujo, pintacaritas, títeres y cuentos con la facilitación de la artista y comunicadora Dorling López, en este, la pandemia obligó a suspenderlas. La idea de hacer encuentros virtuales surgió de la sobrina de una defensora, quien miraba cómo su tía se reunía con otras usando el teléfono celular. La niña la increpó diciéndole que sería lindo reunirse con otras chavalitas usando el mismo método. Así surgió la actividad virtual denominada Cuentos de luz para las pequeñas mariposas facilitada por Dorling.

Los cuentos que Dorling comparte en la sesión ofrecen herramientas para que las niñas se sientan dueñas de sus cuerpos, aprendan sobre sus derechos, pongan límites, identifiquen otras violencias en espacios como la escuela y encuentren personas aliadas con quien contar. Esta talentosa artista impulsa Germen, un proyecto transdisciplinario que busca “expandirse, comunicar sus ideas y trabajar con distintos colectivos para crear nuevas propuestas” desde el arte.

La dinámica
Este sábado 12 es la cuarta y última sesión virtual de una hora usando la plataforma ZOOM, que ha logrado reunir hasta 45 niñas y niños de los municipios mencionados. Para conseguirlo, líderes, defensoras y familiares de la chavalada han ofrecido sus dispositivos (celulares, tablets y computadoras) juntando pequeños grupos en sus casas y activando datos para las sesiones. Las defensoras coinciden en que la chavalada está feliz con la iniciativa y han interactuado y aprendido en una actividad alternativa, informativa y divertida.
También se han ofrecido mensajes preventivos del coronavirus usando a la heroína Susana Distancia, un personaje creado por el gobierno de México. “Mezclamos consejos de prevención de salud explicando por qué hay que mantener la distancia, pero también de violencia para trabajar con las niñas el tema de los límites y que nadie las debe tocar ni acariciar si ellas no quieren. También hablamos de cómo se han sentido y cómo van con las tareas. En esta última sesión hablaremos sobre qué hacer cuando vivimos una agresión. Decir NO, alto y pedir ayuda son elementos claves”, finaliza Nancy.
