¿Qué hacer si nos sentimos inseguras al viajar en un taxi?

Olga Lara quería llegar con urgencia de la colonia Centroamérica a Linda Vista en Managua el pasado 21 de abril. Tras abordar un taxi rojo placa 04537, donde además viajaban dos mujeres, ella notó que algo raro pasaba porque en lugar de llevarla a su destino el taxista comenzó dar vueltas por San Judas. También comenzó a hablar en clave con las supuestas pasajeras y eso la alertó. De inmediato chateó y compartió su ubicación real con familiares quienes le indicaron que se bajara de inmediato.

Ella aprovechó que una de las pasajeras se bajó a supuestamente a hacer una recarga en una pulpería, y con discusión de por medio, logró salir del taxi. Al verla nerviosa la señora de la venta le preguntó qué le pasaba. “Me temblaba el cuerpo y me puse a llorar y ya les conté y me dijo que la muchacha que se bajó a comprar la recarga ni sabía qué número dar y ni siquiera qué tipo de recarga quería, y que bueno que me bajé ahí, porque más adelante es más peligroso y hay más callejones solitarios… Nunca me había pasado esto, ya me imaginaba lo peor, desmembrada en una bolsa o en el saco ese que dijo andaba buscando (el taxista)”, contó en su cuenta de Twitter.

En medio de la conmoción internacional que ha causado el femicidio de la mexicana Debanhy Escobar, quien apareció asesinada tras 13 días después de  bajarse de un taxi presuntamente por acoso, en Nicaragua circulan varias denuncias en redes sociales que alertan de algunos taxistas que han intentado secuestrar o han asaltado a jovencitas que viajan solas.

Con un escenario de fondo con tantas desapariciones y femicidios de niñas, adolescentes y mujeres adultas, urge tomar medidas y saber qué podemos hacer para evitar ser víctimas de violencia al abordar un taxi. Aquí les compartimos algunas recomendaciones de Carmen Martílez, actriz y conductora mexicana de Uber (taxi por aplicación) y del youtuber especialista en defensa personal Bezombi, entre otras.

Sean taxis por aplicación, como los que paramos en cualquier lado, podemos tomar estas medidas, en especial si es de noche:

  • Antes de salir del sitio donde estamos, comprobemos que tenemos saldo y batería en el celular. Y si podemos, viajemos en grupo.
  • Confirmemos que el taxi que llega coincide con el que dice la aplicación: verificar placas, nombre del conductor y foto de perfil. Antes de subirnos preguntemos a quién busca (para confirmar que es nuestro taxi).
  • Si lo agarramos en la calle, antes de subirnos tomemos foto del vehículo y la placa y la enviamos a las personas que nos esperan, también podemos llamar (o fingir que lo hacemos) para dar estos datos en voz alta, para que sepa que alguien va supervisando la ruta. Recordemos avisar dónde estamos y la ruta que usaremos para llegar.
  • Compartamos la ubicación en tiempo real y enviémosla a una o más personas de confianza.
  • Tras subir y cerrar la puerta, volvamos a abrirla para verificar que no tenga el seguro para niñas y niños. Si lo tiene, pidamos al taxista que lo desactive, si no lo hace, cancelemos el viaje.
  • Sentémonos en el asiento detrás del conductor porque eso limita sus movimientos y no puede tocarnos tan fácilmente.
  • Podemos ir hablando o fingiendo que hablamos con alguien durante el viaje y le vamos diciendo: Vamos por tal lado, dialogando con el conductor mientras tanto: ¿En cuánto tiempo cree que podemos llegar? Nunca meterle plática dando detalles reales de nuestra vida o hablando de más.
  • Confiemos en nuestro instinto: si algo nos hace sentir inseguras o nerviosas, mejor terminemos el recorrido en cuanto veamos una gasolinera o algún negocio abierto, diciéndole que vamos a comprar algo inesperado, y luego cancelando el viaje al estar afuera. También podemos fingir una llamada diciendo: Sí, ya te vi en el carro tal (el que vaya pasando o alguno que esté estacionado), ya me bajo, y pagamos la carrera, para usarlo de excusa para buscar ayuda.
  • Si en algún momento hay un peligro inminente (puerta enllavada o cambio de ruta donde estamos claras que nos quieren hacer daño), podemos ahorcarlo con el cinturón de seguridad o con nuestro brazo y otra opción es sacar el reposa-cabeza de su asiento para atacarlo y quebrar el vidrio, tal como muestra Bezombi. En un momento desesperado la adrenalina nos da la fuerza que nunca creímos tener, así que confiemos en nosotras.
  • Activemos el botón de emergencia en el celular. Prácticamente todo celular inteligente lo tiene, pero debemos activarlo previamente. Este botón permite enviar mensaje y ubicación a uno o varios contactos previamente elegidos, para que sepan que algo agrave ocurre y dónde estás. Aquí hay indicaciones para encontrarlo.

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