
“Ala, oootra mujer asesinada”, “¿viste cómo la dejó el hombre?” son comentarios comunes tras escuchar o ver alguna noticia sobre femicidios en medios de comunicación o redes. Es como si nos estuviéramos “acostumbrando” a estos hechos violentos y ya no nos impactaran tanto.
Es un hecho que el tratamiento informativo de los medios de comunicación es uno de los factores que afecta la manera en cómo percibimos y reaccionamos ante estas problemáticas. Desde hace años, muchos medios presentan los hechos de violencia machista más como espectáculos, que como noticias. Hay tantos detalles que solo generan morbo y no reflexión sobre lo que pasa ꟷpor la forma en que presentan la noticia, en especial en el formato audiovisual.

De hecho, a esas noticias, noticieros o medios se les dice sensacionalistas porque su función es provocar sensaciones: es cuando vemos los cuerpos destrozados y apartamos la cara diciendo ¡ay qué horrible! Y ese el problema, nos quedamos en una emoción, pero la noticia no nos ayudó a pensar qué hay detrás de ese hecho y qué podemos hacer como sociedad frente a esa problemática. La justificación es que “la sangre vende” y que la audiencia manda.
La “espectacularización” de la noticia
La reconocida antropóloga feminista Rita Segato lleva años analizando el abordaje informativo de los medios en casos de violencia machista y critica la “espectacularización” de la noticia porque genera una “pedagogía de la crueldad”. Y explica este concepto diciendo que es cuando los medios enseñan al público a no tener empatía con la víctima, es decir, a no ponerse en sus zapatos, y más bien la revictimizan presentando el delito del que es víctima como un espectáculo.
Desde hace décadas hemos visto cómo los noticieros “serios” dieron paso a otros con perfil de “nota roja” o sensacionalista. Este tipo de abordaje informativo presenta las noticias como espectáculos de “info-entretenimiento” (información con entretenimiento) usando recursos que apelan más a las emociones, que a la toma de conciencia de una problemática más compleja.

Sabemos que hay varios medios que hacen esfuerzos por cambiar el abordaje sensacionalista en casos de violencia machista, pero hay demasiados ejemplos de cobertura inadecuada que atenta contra los derechos humanos de las víctimas o sobrevivientes, y que tiene graves efectos en la concientización sobre estos fenómenos.
Pareciera que las fuentes especializadas han sido dejadas de lado para entrevistar a un vecino que emite juicios y riega rumores que ponen en duda a las víctimas o que justifican a los agresores. Tampoco es común que contextualicen los hechos o les den seguimiento más allá de la sección de Sucesos. Este tipo de cobertura desvía la atención del tema de fondo que es por qué se dan este tipo de delitos y qué podemos hacer para prevenirlos, sancionarlos y erradicarlos.
Rita expone que con este abordaje se trivializa la violencia, es decir, le quitan la importancia que tiene. Además, critica la repetición de este tipo de noticias “que hace que a la mujer la maten mil veces en el día”. Para ella este combo comunicativo que detalla torturas tiene un efecto “contagioso” en algunos hombres que se sienten motivados a imitar o repetir esos crímenes. “No es que el ojo del público sea cruel y rapiñador, sino que se lo enseña a despojar, a rapiñar, a usar los cuerpos hasta que queden solo restos; es una pedagogía porque ese público está siendo enseñado”, dice la investigadora.

Ella argumenta que a través de los medios, a la gente se le enseña a tener cierto tipo de sensibilidad o insensibilidad, y que la repetición de la violencia produce un efecto de “normalización de un paisaje de la crueldad”. Por ello plantea como un gran desafío dejar de cubrir estos temas para “vender”. “Vos tenés muchos compradores, una gran audiencia. Se transforma en mercancía. No se puede evitar espectacularizar porque perdés público. Eso debe ser revisado. Qué vamos a poner en primer lugar: el valor de la vida o el valor de la mercancía-espacio mediático. Porque cuando se transforma en un espectáculo va a ser reproducido, va a producir una epidemia”, apunta la antropóloga.
Fuentes: entrevista Segato: “El gran desafío es cómo informar sin espectacularizar” • “En los medios existe una pedagogía de la crueldad”